miércoles, 30 de septiembre de 2009

LA TRANSFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD CHILENA



El movimiento político que se produjo al terminar el gobierno de Montt era el resultado de una evolución social que venía produciéndose desde hacía muchos años, debido a la influencia de la Ilustración y la riqueza.
Ya después de medio siglo de vida independiente no fue la aristocracia terrateniente, formada por estancieros, descendientes de mayorazgos o condes, la que dominó exclusivamente, a través de los pelucones. Ahora, el movimiento comercial levantó nuevas fortunas y creó nuevas influencias.
Aumentaba el comercio exterior, la minería y la agricultura crecían conjuntamente, y así, al paso que la exportación de minerales había sumado en 1845 unos 4,5 millones de pesos de 48 peniques, en 1860 sumaba cerca de 19 millones, en tanto que la exportación agrícola era superior a los 4,5 millones.La población urbana, en especial Santiago, aumentó. La capital poseía 100.000 habitantes; Valparaíso, 60.000. Y aunque todavía la población rural formaba el 70% del total de habitantes del país, la urbanización y la cultura cívica eran intensas. La navegación a vapor era, junto con el ferrocarril, uno de los mejores medios de transporte.Sin embargo, el bienestar que alcanzaban las clases superiores de la sociedad no se derivaba a las inferiores, en las cuales la pobreza, el juego, la embriaguez y la ignorancia se trasuntaban en mendicidad, crimen o muerte. El peón deambulaba por las ciudades, sin hogar ni familia, y el inquilino de los campos, sin más recursos que los necesarios para no morir de hambre. Eran grupos sociales que no participaban de los beneficios de la República, o muy escasamente.No obstante lo anterior, al finalizar el primer medio siglo de vida independiente, Chile empezaba a abandonar las ansiedades y a curar las heridas de la colonia. A pesar de lo autoritario del régimen, era claro que ese sistema había permitido un progreso lento pero efectivo en todos los órdenes de la actividad nacional y cooperando eficazmente a darle impulso. Sin embargo, debió darle paso al liberalismo. El cambio era más de carácter social que político, manteniéndose la estructura administrativa necesaria para el progreso general.Mientras para los conservadores la autoridad política y el dogma religioso eran los dos fundamentos del bienestar y del progreso del país, para los liberales, la libertad política y la libertad de ideas y creencias eran indispensables para el desarrollo social.